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El banco de inversión realizará las primeras operaciones internas en las próximas semanas y contrató a un experto en el tema enfocado sólo en este tema
07/05/2018 - 19:16hs

El banco de inversión Goldman Sachs marcó diferencia con respecto a sus competidores: anunció que comenzará el trading de productos relacionados con el Bitcoin, otorgando así legitimidad a esta criptomoneda que genera polémica en el mundo financiero.

Según informaron a la agencia AFP fuentes cercanas a la firma, en las "próximas semanas" se realizarán las primeras transacciones internas relacionadas con esta criptomoneda.

En este sentido, Goldman Sachs contrató hace dos semanas a Justin Schmidt, de 38 años, un exoperador del fondo de cobertura de Nueva York Seven Eight Capital, que el año pasado comenzó a negociar monedas virtuales por cuenta propia.

Schmidt se ha catapultado como líder en los mercados de activos digitales y es "la primera y única persona" contratada por Goldman Sachs para centrarse "exclusivamente" en las criptomonedas.

El experto trabajará con un equipo para asegurar que la institución esté lista en el mediano plazo para el intercambio de bitcoins físicos en caso de que esto sea aprobado por los reguladores.

Mientras tanto, el banco utilizará su dinero para colocar órdenes de compra y venta, a nombre de sus clientes, en instrumentos financieros que permitan especular sobre la evolución del bitcoin (futuros).

También les ofrecerá su propia versión de "futuros", llamada non deliverable forward, que permitirá transacciones bilaterales o de común acuerdo entre clientes, dicen las fuentes.

"En respuesta al interés de los clientes por diferentes productos digitales, estamos explorando la mejor manera de atenderlos en esta área", reconoció Tiffany Galvin, una portavoz, sin adelantar detalles.

"Esta es la señal de que el Bitcoin es un activo importante, un activo que no puede ignorarse", concluye Timothy Enneking, del fondo Crypto Asset Management.

Recelo en Wall Street A pesar del interés de los fondos de inversión en el Bitcoin, por el momento los grandes bancos estadounidenses se han mantenido prudentes.

Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase, incluso calificó al Bitcoin de "fraude", antes de cambiar de opinión, pero Goldman Sachs siempre se ha abstenido de emitir juicios.

La institución ya actúa como intermediaria entre los inversores en el mercado de "futuros" de Bitcoins ofrecidos desde diciembre por las plataformas bursátiles Chicago Board Options Exchange (CBOE) y Chicago Mercantile Exchange (CME).

En ese rol, se compromete a pagar en dólares a los inversores el dinero que se les debe y, por lo tanto, se expone a riesgos importantes si sus clientes no pueden pagar.

El Bitcoin, que depende de un sistema de pago "peer-to-peer" basado en la tecnología "blockchain", se lanzó en 2009 y se comercializa principalmente en Internet sin estar regulado.

Esta falta de control lo ha convertido en un activo popular para delincuentes y personas que desean blanquear dinero sucio.

"Cuantas más criptomonedas comercialice Wall Street, más gente podrá comprarlas, lo que es bueno", dijo Lou Kerner, socio del fondo CryptoOracle, que invierte en monedas virtuales.

Goldman Sachs espera hacer eventualmente pedidos de compra y venta de bitcoin físicos como lo hace con otros activos financieros y con este objetivo está en conversaciones con los reguladores, dijo a AFP una fuente próxima al asunto.

La institución lanzó una investigación y una auditoría profundas de los riesgos que rodean a la moneda y las posibles consecuencias para su reputación, aseguró esta fuente.

Aún quedan muchas incertidumbres; la principal es la alta volatilidad del precio de Bitcoin. El viernes se cotizó en poco más de 9.600 dólares por unidad, la mitad de su valor alcanzado a mediados de enero.

Los reguladores estadounidenses aún no han establecido una posición clara sobre las criptomonedas, mientras que los piratas informáticos han logrado infiltrarse en plataformas de intercambio, como Coindesk, y robar bitcoins.

La apuesta de Goldman Sachs llega en un momento en que la correduría de activos convencionales atraviesa un período difícil, lo que obliga a la empresa a buscar alternativas de crecimiento.