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Con un tipo de cambio que trepó un 50% en lo que va del año, se puede ver que el índice que muestra esta variable es el más alto de los últimos 4 años
06/07/2018 - 11:14hs

Los activos financieros argentinos ha transitado un primer semestre de extremo nerviosismo, evidenciando caídas importantes tanto en lo que respecta a la renta variable como a los bonos. Los primeros han visto perder en promedio un 50% en  dólares mientras que los bonos cayeron cerca de un 25% en dólares en los primeros seis meses del año.

El tipo de cambio se disparó un 50% en el año y este escenario ha llevado a que los inversores vuelvan a transitar un mercado bajista, algo que no se

daba en por lo menos dos años. Este proceso correctivo y el mayor nerviosismo dentro del mercado ha generado que el grado de volatilidad alcance picos importantes, superando niveles vistos antes de las elecciones presidenciales de 2015. 

Con datos provistos por el IAMC -Instituto Argentino de Mercado de Capitales de BYMA, Bolsas y Mercados Argentinos-, se puede ver que el promedio de volatilidad del índice Merval de las últimas 40 ruedas ha superado los 50 puntos y es el nivel más alto de los últimos cuatro años. En julio de 2014 el índice supo alcanzar un máximo de 60 puntos, en pleno conflicto con los holdouts.

Por encima de los 60 puntos, habrá que remontarse al año 2008 para ver niveles superiores en términos de volatilidad. Mirando hacia adelante, los analistas del mercado local mantienen la cautela respecto de lo que puede ocurrir en los próximos meses. Paula Bujia, Head of Asset Management de Allaria Ledesma Fondos, considera que la volatilidad no va a bajar abruptamente pero no seguirá subiendo. "Los próximos meses va a haber malas noticias de desaceleración de la economía, pero creo que eso ya está bastante descontado. Igualmente, para una recuperación más sostenible necesitamos ver una reducción del riesgo país como la mejor medida que se supera la crisis de confianza y creo que eso es una recuperación lenta a base de buenas noticias principalmente reducción del déficit fiscal y cuenta corriente".

El equipo de Research de SBS considera que la volatilidad implícita en el Merval  pareciera ser un espejo de lo que sucede en el mercado cambiario, reflejando ambos mercados el deterioro reciente de la confianza.

Mirando hacia adelante, desde SBS entienden que "en la medida en que el gobierno logre estabilizar las expectativas y se verifiquen mejoras en las principales variables económicas, primero la volatilidad cambiaria y luego la de los restantes mercados de activos en pesos debieran ir tendiendo a la baja. Esto último, siempre que no tengamos un nuevo pico de volatilidad global".

Mauro Mazza, analista de Bull Market Brokers, destaca que la volatilidad es propia de un mercado de tendencia bajista. "Los picos de volatilidad (los desvíos de los retornos) generan shocks de precios. Ver los picos actuales podrían ser indicios de que el mercado perdió la paciencia y buscó terminar con esta historia de golpe". 

Mazza hace un paralelismo con el dicho cotidiano que dice "lo que tengas que hacer,  hacelo rápido" y entiende que esta actitud del mercado es una muy buena noticia, según consigna El Cronista.

"Si bien obliga a movimientos de cartera abruptos, esto permite descontar con más rapidez eventos futuros. El mercado ya está cansado de la tibieza, y esto genera oportunidades. Acá creemos que la volatilidad recién se calmará cuando el dinero de los fondos emergentes llegue, y eso será durante agosto y sobre todo septiembre", cierra Mauro Mazza, analista de Bull Market Brokers.