El ministro de Energía Javier Iguacel, que dijo que no hay restricciones en el mercado y que las empresas son libres de subir y bajar los precios de los combustibles.
En ese marco, YPF decidió incrementarlos un 1%, adicional a la banda de entre 5 % (los productos súper) y 8% (los premium) que había aumentado el lunes pasado.
En la empresa aseguran que el incremento se debe al alza de entre 5 y 7% dispuesta por el Gobierno en el valor de los biocombustibles con que se corta la nafta y el gasoil, el mismo lunes pasado y que no había sido trasladada a precios.
Sin embargo, la lectura del mercado es otra. Creen que YPF se quedó rezagada en cuanto a los aumentos, ya que sus competidores habían aplicado subas que llegaban hasta 12% en los productos premium y que esta movida apunta a equiparar sus precios con el resto.
Es más, en estos días, Shell eligió el camino contrario: disminuyó los precios en un 2% en su red de estaciones propias, para no quedar, a su vez, demasiado cara frente a sus rivales.
Antes de este último aumento, la nafta súper de YPF estaba en $ 27,83, mientras que la de Shell se ubicaba en $29,52; la de Axion en $28,08 y la de Petrobras (Trafigura) en $27,59.
La premium de YPF valía $ 33,20; la de Shell, $ 34,99; la de Axion, $ 33,65 y la de Petrobras, $ 32,99. Ahora, la de la petrolera estatal estará más a nivel de la de Axion.
Según los cálculos que realizan los estacioneros de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (Fecac), para actualizar los valores de los combustibles con el aumento del crudo y del dólar, aún habría que subir 23,4% la nafta súper y 25,4% la premium.