Por qué el ingreso de Venezuela al Mercosur está estancado
La última semana, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se encargó de dejar en claro que no le interesaba ingresar a un "viejo Mercosur" y que a su vez no estaba "desesperado" por formar parte del bloque. Además acusó a diversas facciones ideológicas por la oposición al ingreso y, por último, dejó en evidencia sus prioridades al dar señales de que faltaría a la próxima Cumbre del bloque, que comienza el 28 de junio, para ir a comprar armamento a Rusia.
¿Quién hubiese imaginado este difícil proceso de integración? Seguramente los propios técnicos de los países ya miembros, que apenas sacada la foto, se encargaron de declarar que las negociacioes serían arduas y podrían durar más de lo que se especulara inicialmente.
Hoy Venezuela ya forma parte del bloque pero no como miembro pleno. Esto implica que tiene voz pero no tiene voto.
Y esto continuará siendo así en la medida en que los congresos de Brasil y Paraguay no incorporen el Protocolo de Adhesión, cosa que sí han hecho los legisladores argentinos y uruguayos.
El escenario es complejo y la tensión es máxima. "Quien quiere entrar en un club, primero acepta las reglas existentes y después intenta cambiarlas", dijo el canciller brasileño, Celso Amorim, en declaraciones al diario O Estado de Sao Paulo.
Chávez había declarado la semana pasada aquello de que no estaba "interesado en el viejo Mercosur", por lo que el canciller brasileño recalcó que las reglas que rigen en el bloque regional "son buenas para el Mercosur y son buenas también para Venezuela".Tensión diplomática
Parte del problema comenzó luego de la decisión de Chávez de no renovar la licencia al canal Radio Caracas Televisión (RCTV).
De esta manera al oponerse momentáneamente el Senado a aprobar su ingreso, el mandatario venezolano los acusó de "repetir como loros" las posturas de EEUU. El propio senador brasileño Sergio Zambiasi, titular de la comisión responsable del análisis de la solicitud venezolana, le pidió al mandatario un "gesto simpático" hacia la Cámara. Sin embargo, las declaraciones fueron en la dirección contraria y "las resistencias han crecido mucho".
Visto desde la Argentina, el panorama se presenta igual de complejo. "En Brasil, la relación está muy tirante. Todos dicen que el presidente Lula está presionando al Congreso para que apruebe la incorporación, pero ¿cuánto puede presionar? Ya se peleó con la Legislatura, también con la prensa. Así, ¿cuánto le puede llevar a Lula lograr consenso? Yo creo que esto se va a dilatar más allá de este año", fue el diagnóstico hecho por Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com y especialista en integración regional.
A su vez, "Paraguay prefiere quedar último para tener poder para negociar", con lo cual las cosas pueden retrasarse aún más.
"Se está diluyendo el impacto"
Sin embargo, hay una cuestión de fondo más preocupante que los discursos mediáticos del mandatario y es la compleja trama de negociaciones entre las distintas delegaciones técnicas, que chocan constantemente con la falta de predisposición de los venezolanos. "El punto sustancial de cómo va a ser el proceso de anexión de Venezuela está todo parado", fue contundente Sica durante un encuentro con periodistas argentinos y brasileños.
"Fue muy fuerte el impacto político del ingreso de Venezuela, pero este impacto se está diluyendo y desde lo económico hoy sólo tenemos relaciones bilaterales: cada uno de los países trata de venderle más a Venezuela, pero evidentemente no hay un impacto a nivel del Mercosur".
Pocos avances
Del largo listado de condiciones que debían trabajarse, se comenzó a avanzar en la adopción del Nomenclador Común del Mercosur (NMC). Se trata del trabajo en mayor estado de avance, ya que se correlacionaron 11.582 ítems.
La adopción del NMC sería el punto de partida de la integración para así instrumentar el Arancel Externo Común (AEC), planeado en tres etapas: en una primera fase, en no más de 60 días, la adopción inmediata en 3% de las posiciones del NCM; luego, a partir del segundo año, 20% de las posiciones y el resto a partir del cuarto año.
Sin embargo, como todavía falta la aprobación por parte de Brasil y Paraguay, hubo avances en establecer períodos pero ninguno de ellos está vigente.
Lo mismo sucede con la adopción de normativas clave. "Venezuela ya dijo que no va a adoptar ni la decisión sobre incentivos, ni protección del medio ambiente ni defensa de la competencia", sostuvo Sica.
De este modo, al complejo terreno de negociaciones, ahora deberán abrirse negociaciones paralelas para discutir estos puntos.
Sin embargo, esta no es la mayor traba .
Uno de los principales puntos a discutir es el Programa de liberalización comercial. "En esto la verdad es que no hubo avances", explicó el titular de Abeceb.
Sucede que el Mercosur había firmado con la Comunidad Andina de Naciones (CAN) el Acuerdo de Complementación Económica 59, que incluía a Venezuela. Y, al no establecerse que la base de negociación para la liberalización era el ACE 59, Venezuela pretende liberalizar a partir del arancel que tienen consolidado.
De este modo, se daría una situación paradójica: como en muchos rubros el arancel consolidado es mayor que los que fija el ACE 59, entonces, en lugar de bajar los aranceles, van a subir. Esto pasaría con celulares provenientes de Brasil y tubos sin costura desde la Argentina.
A esto se suma que tampoco hubo avances respecto de cómo estaría incluido Venezuela en las negociaciones internacionales.
Tiempos
El especialista destacó que "la discusión de todos estos puntos puede llevar, como mínimo, un semestre".
Para graficar lo difícil que les está resultando negociar a los equipos técnicos de cada país frente a los caprichos de Venezuela, Sica explicó que "cuando se les preguntaba cómo iban a adoptar el AEC y se habían pactado alrededor de 1.000 posiciones para ser entregada en septiembre, ellos se negaron a confeccionar una lista y pretendían ir publicándola en el Boletín Oficial a medida que se produjeran avances".
"Este Protocolo se hizo con tanta rapidez para incorporar a Venezuela que si lo hubiesen aprobado todos los Congresos, Venezuela ya sería miembro pleno. Esto implicaría que tendríamos un miembro que participa y vota con todas estas cuestiones sin resolver", concluyó Sica.
Juan Diego Wasilevsky[email protected]
(c) infobaeprofesional.com