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El ADN de la empresa determina su comportamiento

Para Gary Neilson (foto), vicepresidente de la consultora Booz Allen Hamilton, hay cuatro rasgos crí­ticos en la organización que determinan su desempeño
23/07/2007 - 14:01hs
El ADN de la empresa determina su comportamiento

Al momento de reestructurar una compañí­a debido a que no se obtienen los resultados esperados, especialistas aconsejan que si antes de hacerlo se quiere estar seguro de cuál es el origen del problema, los CEOs tendrí­an que tener en cuenta que la genética de su empresa es su principal handicap.

Esta es, al menos, la teorí­a de Gary Neilson, vicepresidente senior de la consultorí­a Booz Allen Hamilton (BAH), quien identifica cuatro rasgos crí­ticos en la organización empresarial que determinan su desempeño: - La toma de decisiones: quién las hace y cómo

- Los procesos de información: la forma en que se mide su desempeño y cómo transfiere el conocimiento- La motivación: incentivos y desarrollo profesional- La estructura: quién ocupa qué lugar en el organigrama

"La combinación de éstos conforma el ADN organizacional de las empresas, que, al igual que el biológico en las personas, determina su comportamiento. Si el ADN no está bien constituido, el rendimiento es pobre o nulo", explica Neilson en su oficina de Chicago a el diario español Expansion, quien desde 1980 se dedica a detectar disfunciones organizativas en las compañí­as.

Neilson, un egresado de Harvard con una larga trayectoria en Booz Allen, dice que por ello es necesario identificar el ADN de cada empresa antes de dar el siguiente paso.

"Pues en busca del cambio se pueden estar haciendo cosas peores, si no se entiende cuál es el punto del que se está partiendo", advierte.

Y ¿cuál de estos cuatro componentes del ADN es el más importante? Según Neilson, la toma de decisiones, aunque también es fundamental que los cuatro elementos trabajen juntos.

Basado en su experiencia de 27 años como consultor, Neilson, definió siete perfiles genéticos que definen a las organizaciones.

A tres de ellos los considera sanos y los llamó justo a tiempo, militar y resistente. Otros cuatro son perfiles de organizaciones enfermas: pasivo-agresivo, descoordinado, inmaduro y burocrático.

Neilson explica que las compañí­as sanas son aquellas con buen desempeño, que llevan a la acción sus planes e ideas. Por el contrario, las organizaciones enfermas no logran concretar sus iniciativas, frustran a sus colaboradores, se estancan.

El concepto de ADN organizacional fue puesto en práctica por Booz Allen en 2003, cuando lanzó un test, de 19 preguntas, que respondieron 50.000 personas de 100 paí­ses por ví­a electrónica y en papel.

Los resultados revelaron que la mayorí­a de las compañí­as muestra rasgos enfermos y que estos rasgos les impiden poner sus decisiones en acción.

Por un margen de cerca de dos a uno, los encuestados que respondieron al cuestionario declararon que las organizaciones en las que trabajaban no eran efectivas. Y sólo 31% reportó rasgos de perfiles sanos.

Curiosamente, China fue la nación con mayor porcentaje de empresas saludables, y Estados Unidos, el lugar con mayor proporción de enfermas.

Por ramos industriales, se encontraron disfunciones organizacionales sobre todo en servicios públicos, energí­a, salud, bienes de capital y tecnologí­a.

Hubo más organizaciones sanas en las ramas de bienes raí­ces, servicios comerciales, alimentos/bebidas/tabaco y comercio, informa Expansion.¿Cuál fue el perfil más común?El pasivo-agresivo. Es decir, las organizaciones que parecen armónicas y libres de conflicto, pero que no consiguen ejecutar las ideas y decisiones.

Un perfil que, de acuerdo con Neilson, encaja en muchas de las 500 empresas más grandes de la Unión Europea que enlista la revista Fortune año tras año.

"En estos casos, la ausencia de autoridad, de información y de incentivos necesarios para emprender un cambio significativo hace que los empleados tiendan a adoptar una actitud apática", comenta.

Neilson cree que este tipo de empresas generalmente necesita sangre nueva, cambio de lí­deres. Como ocurrió en el caso de la firma de tecnologí­a Symantec con la llegada de John Thompson a la dirección ejecutiva de la empresa en 1999.

Ahora Symantec domina el mercado de soluciones de seguridad de internet para personas y emprendedores, además de que ha sido catalogada por Fortune como una de las mejores compañí­as para trabajar en Estados Unidos.Cambio de genes

Neilson, quien considera el concepto de ADN organizacional como su mayor éxito profesional de los últimos 10 años, menciona que cualquier tipo de empresa puede llegar a ser saludable. Lo importante es tomar la determinación de identificar los problemas y resolverlos.

A principios de 2004, el empresario PV Kannan aceptó el reto de evaluar el perfil organizacional de su empresa de servicios al cliente, 24-7 Customer. Querí­a tener una base sólida para enfrentar el crecimiento que estaba viviendo la compañí­a.

Trabajadores de todos los niveles contestaron la prueba del ADN organizacional. Y lo que distinguieron los consultores de Booz Allen fue que ejecutivos y administrativos tení­an una apreciación muy distinta.

Los administrativos describieron a la suya como una organización que podí­a superar obstáculos, pero a la que le faltaba estructura y procesos consistentes y disciplinados. Eso limitaba sus resultados.

"Los administrativos nos estaban diciendo ‘es muy importante tener procesos definidos, es muy importante que sigamos el resultado de los procesos y su efectividad, es muy importante que demos seguimiento a los resultados y los liguemos con los pagos variables’, y esa opinión estaba viniendo de la base… creo que la base del ADN se está cocinando dentro de un proceso completo de planeación y estrategia organizacional", comentó Kannan en un testimonial que recavó la consultora.

Considerando los datos del estudio global en el que la mayorí­a de las empresas resultaron ser pasivo-agresivas preguntamos: ¿Existe una solución para salir de este perfil enfermizo? ¿Hay una cura?"No hay una fórmula universal", dice Neilson, pero en su libro ofrece algunos remedios para lidiar con la enfermedad y, eventualmente, sanarla.

• Definir y arreglar la asignación de toma de decisiones, los procesos de información, los motivadores y la estructura, sin dejar ninguno de ellos fuera.

• Traer sangre nueva. Se necesita a alguien que haga las preguntas difí­ciles y esté preparado para trabajar en las respuestas.

• Asegurarse de que se mantendrán las decisiones. Preguntar por los avances y el seguimiento de los acuerdos. Mostrar a la gente que una decisión tomada se tiene que ejecutar.

• Darle a los tomadores de decisión acceso a la información más importante.

• Lidiar con desempeños pobres y hacer más para comprometer y reforzar buenos desempeños. Hacerle saber a la gente cómo se les ve dentro de la empresa. Necesitan saber si están haciendo bien o mal las cosas.

"Si se siguen estos remedios consistente y colectivamente, los resultados pueden mejorar la ejecución de los objetivos y el resultado", citan Neilson y Pasternack en el libro Results.El ADN buenoLas empresas con ADN enfermo deben aspirar a transformarse en una organización con perfil sano, menciona Neilson. Y el perfil al que debí­an enfilar sus esfuerzos es el resistente.

"Estas empresas tienen la convicción de lograr lo que se proponen", afirma Gary Neilson, quien advierte que no por ser resistentes se duermen en sus laureles o bajan la guardia.

"Tienen que permanecer alerta para corregir cada problema en el momento en que se presente y mantener su buen rendimiento", afirma.