El desempleo en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires siguió descendiendo en el último trimestre del 2008 pero la caí­da no se produjo por la creación de nuevos puestos de trabajo sino porque mucha gente dejo de buscar empleo.

Según el último informe elaborado por la Dirección de Estadí­sticas de la Ciudad, en el último trimestre del año pasado el desempleo entre los residentes de la Capital bajó al 5,5%, cuando en igual perí­odo de 2007 estaba en 6,1 por ciento, lo que significa que unas 12.000 personas consiguieron trabajo y que sigue habiendo 88.000 residentes desempleados, sobre un total de 1.612.000 personas que trabajan o buscan empleo.

El desempleo porteño se encuentra actualmente en su cifra más baja desde 1992 y es la segunda mejor tasa entre todas las del paí­s, después del Gran Mendoza (4 por ciento). 

A pesar de lo positivas que parecen las cifras, el informe del Gobierno porteño da cuenta que la reducción del desempleo no se debe a que haya más trabajo sino a que menos gente está buscando trabajo.

De hecho, el año pasado se destruyeron 13.000 puestos laborales y la tasa de empleo cayó 1%, para llegar a 51,2 por ciento.

Según el informe, la baja simultánea de desempleo y del empleo tiene que ver con lo que se denomina gente "inactiva", aquella que, pudiendo hacerlo, no busca trabajo. A esta categorí­a el año pasado se le sumaron 25.000 personas, consigna el diario Clarí­n en su edición de hoy. 

"El aumento de la gente inactiva puede ser por motivos buenos o malos. Si un joven no quiere trabajar para priorizar sus estudios, o si una ama de casa buscaba trabajo pero ya no porque con el sueldo de su marido igual alcanza, serí­a un motivo bueno. Pero si alguien deja de buscar porque se cansó de no conseguir, serí­a un motivo malo.

Es probable que actualmente esté sucediendo un poco de todo. Lo cierto es que la creación sostenida de puestos de trabajo que se vení­a dando en los últimos años se estancó", explicó al matutino Gustavo Svarzman, subsecretario de Desarrollo Económico de la Ciudad.

Dentro de los empleos creados, el rubro de mayor participación fue el de servicios financieros a y a empresas, que creció 5,2 por ciento. En tanto, la construcción y la industria, otros de los motores más importantes de la economí­a, aumentaron su cantidad de fuentes laborales en 3,8% y 2,4% respectivamente.

Por el contrario, el sector de comercio, hotelerí­a y gastronomí­a sufrió una caí­da de 1,2 por ciento.