Los legisladores iniciarán su tratamiento en comisión para convalidar un régimen que alentará a los empleadores a pagar en blanco las remuneraciones a su personal doméstico.

Ello en razón de que la ley permitirá descontar a los inscriptos en Ganancias los sueldos y contribuciones patronales pagados al personal doméstico con un tope anual de hasta $ 4.020 por año fiscal.

Se excluyen de los beneficios impositivos a los empleadores que contratan personal doméstico para el desarrollo de tareas en actividades económicas con fin de lucro; es decir que el proyecto está limitado a los contribuyentes que emplean personal para tareas en casas privadas.

La ley tendrá el atractivo de permitir deducciones antes inválidas ya que su efecto económico será relativo puesto que las sumas abonadas al año son de magnitudes en promedio bajas.

Aún así­ el impacto será diferente según la escala de tributación de los empleadores puesto que al ser la tributación de ganancias progresiva, el beneficio dependerá de la posición de ingresos en que se ubique el empleador.

Si tal como es el objetivo perseguido por el gobierno, el parlamento convirtiera en ley el proyecto en sesiones ordinarias el beneficio impositivo podrí­a entrar en vigencia en el próximo perí­odo fiscal de 2005.

La iniciativa gubernamental se encuadra dentro de los anuncios del paquete anti- evasión II formulados en el invierno y que por ahora solo tiene concretadas dos medidas: la factura electrónica que entrará en vigencia según la instrumentación fijadas por la AFIP desde el 1º de enero de 2005 y ahora la deducción impositiva de las sumas pagadas al personal doméstico.Mucamas monotributistas

De concretarse obligará a aquellas empleadas domésticas que se vieron obligadas a "blanquearse" como monotributistas a migrar de régimen y quedar entonces comprendidas bajo un único y definitivo marco legal tributario y previsional.

Para los empleadores será un beneficio con consecuencias más favorables que lo impositivo puesto que brindará una solución a clara a los habituales claroscuros derivados de un régimen laboral que nadie conoce y cumple con el orden requerido.