Antioxidante, antiinflamatoria, diurética, antiulcerosa, hepatoprotectora y antibacterial. Estos y otros muchos beneficios se pueden obtener en la moringa, una súper planta que cuenta con una amplia gama de propiedades, por lo que desde hace tiempo está siendo recomendada por nutricionistas para el bienestar de la salud.

Originaria de la India, Etiopía, Filipinas y Sudán, la moringa es un arbusto medicinal con grandes efectos sobre nuestro organismo. Actualmente también se cultiva en América Latina y el Caribe, además de África, Asia tropical, Florida y las islas del Pacífico.

Se puede preparar de diversas maneras y el resultado es siempre el mismo: contribuir al fortalecimiento de nuestros huesos, proteger el sistema nervioso y combatir la anemia, entre otras cosas.

La Moringa oleifera es la especie con más valor económico y crece en los alrededores del Himalaya, pero se cultiva extensamente en los trópicos, explica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, en inglés).

Todas las partes de la moringa son comestibles. Las hojas se utilizan frescas o secas y molidas en polvo. El aceite de semilla de moringa es dulce, no se pega y no se seca. Las semillas también se pueden comer verdes, tostadas, en polvo y en infusión para té o para hacer curry.

John Sutherland, de la Universidad de Leicester, Reino Unido, sostiene: "A medida que se sabe más sobre sus múltiples usos, mayor es la importancia que tuvo en el desarrollo de muchas áreas pobres de países en vías de desarrollo".

La moringa es un arbusto medicinal con grandes efectos sobre nuestro organismo

Moringa: los beneficios para la salud de esta planta

Según la revista Phytotherapy Research por Farooq Anwar, las propiedades medicinales que se destacan de la moringa son: "antihipertensivas, diuréticas, disminución del colesterol, antiespasmódicos, antiulcerosas, hepatoprotectoras y antibacteriales".

Por un lado, cuenta con una alta proporción de hierro: en solo 5 g de hojas (una cucharada sopera), hay entre 1,6 y 2,5 mg de hierro, lo que significa entre un 10 y un 15% de las necesidades diarias, por eso se la recomienda en casos de anemia. Y se la recomienda combinar con frutas ricas en vitamina C para su mejor absorción. 

También cuenta con vitamina E, un nutriente difícil de obtener: 5 g aportan el 23% de la cantidad que se necesita al día. Esta vitamina se encuentra en las semillas y los aceites vegetales crudos de la planta. 

Esta vitamina antioxidante ayuda a proteger las membranas celulares, beneficia al sistema cardiovascular y estimula el inmunitario.

Energía con vitamina B1:su aporte es fundamental para extraer energía de los alimentos (especialmente de los hidratos de carbono) y en una cucharada se encuentra el 12% de la dosis diaria recomendada.

Asimismo, la moringa posee más de 40 antioxidantes, entre los que se destacan la vitamina A y la quercitina. La primera se encuentra en forma de betacaroteno, un potente antioxidante que protege especialmente la piel, las mucosas y órganos como la vejiga: 5 g de moringa aportan del 14 al 20% de las necesidades diarias de esta vitamina; mientras que la quercitina refuerza el poder anticancerígeno y antidegenerativo de la moringa.