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Las 26 palabras que crearon Internet: todo lo que debés saber sobre la Sección 230

Sin este artículo de la Ley de Decencia de las Comunicaciones, promulgada en 1996 en los Estados Unidos, no se viviría la revolución de la información
28/08/2023 - 09:33hs
Las 26 palabras que crearon Internet: todo lo que debés saber sobre la Sección 230

El océano de información en que se ha convertido Internet y que le da su sello característico a la era contemporánea, no sería posible sin la sección 230, el párrafo de una ley estadounidense, pequeño en extensión, pero de grandes consecuencias.

El texto de solo 26 palabras permitió a Facebook, Google, X (antes Twitter) y otras empresas crecer hasta convertirse en los gigantes tecnológicos que son hoy y que impactan las vidas de millones de personas a lo largo y ancho del orbe.

En el campo judicial, si una persona acusa a otra de ser una estafadora sin que ello sea verdad, puede demandarla ante un tribunal por difamación. Pero si alguien publica esa misma información en X o en Facebook no puede demandar a ninguna de esas plataformas, sino a la persona que hizo la publicación.

Ese es justamente el centro de la Sección 230, que hace parte de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, promulgada en Estados Unidos en 1996. "Ningún proveedor o usuario de un servicio informático interactivo será tratado como el editor o altavoz de cualquier información proporcionada por otro proveedor de contenido de información", afirma el artículo.

Se trata de un escudo que blinda a las empresas que acogen en sus plataformas de Internet millones de mensajes, los cuales podrían ponerlos todo el tiempo a defenderse en los tribunales de las demandas de quienes se sienten ofendidos, atacados o vulnerados por esos contenidos.

Resulta curioso cómo, a pesar de ser solo un minúsculo aparte de una legislación que es mucho más extensa, la sección 230 se ha convertido en uno de los temas de estudio más polémicos y apasionantes en materia jurídica respecto a Internet.

Facebook fue acusada de aprovechar este artículo para generar pingües ganancias.
Facebook fue acusada de aprovechar este artículo para generar pingües ganancias.

Garantía para la libertad de expresión

La norma atraviesa campos tan delicados como la libertad de expresión, el derecho al buen nombre, la propagación de información falsa o el odio, entre muchos otros aspectos.

¿Por qué unas frases extraídas de una ley de los Estados Unidos tienen impacto mundial en la conversación sobre Internet? Los gigantes tecnológicos tienen su origen y residencia en ese país, o sea que se rigen por esas disposiciones legales.

La política ha sido una de las partes más interesadas en tratar la Sección 230 y hacerla tambalear. Los políticos han acusado a X, Facebook y otras firmas, de abusar de la protección que les da la sección 230.

Incluso, llegaron a pedir que se les despoje de esa inmunidad, o que, al menos, aprendan a ganársela "satisfaciendo los requerimientos impuestos por el gobierno".

Sin embargo, las empresas recuerdan, en su defensa, que la sección les permite a los medios sociales moderar sus servicios sacando de circulación aquellos contenidos que consideren obscenos o violen sus propios estándares, siempre que ello sea motivado por la buena fe.

El expresidente estadounidense Donald Trump propuso que se eliminara de plano la Sección 230, y su sucesor, Joe Biden, pidió que se establezcan controles más rígidos contra las plataformas sociales.

Donald Trump pidió la eliminación del artículo.
Donald Trump pidió la eliminación del artículo.

Un antecedente de la era impresa

En cuanto a los partidos, si representantes del Partido Demócrata suelen quejarse de que esos sitios no hacen nada para controlar los discursos de odio, amparados en la Sección 230, miembros de la facción rival, los republicanos, afirman que constituyen obstáculos para difundir las ideas conservadoras.

En respuesta, defensores de la libertad de expresión recuerdan el largo camino que fue necesario para llegar a una medida que está detrás del avance que experimenta el mundo en la era de la información.

En realidad, la historia no comenzó en 1996, sino que tiene sus antecedentes profundos en la década del 50, cuando los dueños de las librerías podían ser llevados a un tribunal por vender libros que contuvieran contenido obsceno, el cual no está protegido por la Primera Enmienda, que protege la libertad de expresión, entre otros derechos.

Pero, cuando un caso en ese sentido llegó a la Corte Suprema de Justicia, esta dictaminó que esto creaba una "efecto escalofriante" en el que una persona era responsabilizada por el contenido publicado por otra.