POLÍTICA MONETARIA

Dólar calmo: la estrategia del Banco Central y las condiciones a cumplir para reducir la brecha

Tras dos meses previos turbulentos, el dólar se muestra aplacado y el BCRA logra recuperar reservas. Cómo puede seguir la tendencia
FINANZAS - 11 de Septiembre, 2022

En el último tiempo, el mercado cambiario viene atravesando cierto clima de tranquilidad: si bien con ciertas oscilaciones, el dólar blue y financieros parecen haberse consolidado en niveles por debajo de los $300 en agosto y la tendencia se mantiene en septiembre, e incluso se profundiza. El gran problema que se venía viendo era la diferencia de precio entre estos dólares y el oficial, que llegó a tocar niveles preocupantes arriba del 100%. Pero, aunque de manera muy incipiente aún, se nota por estos días una pequeña reducción de esa brecha. La situación es aún precaria y el mercado trabaja en identificar qué variables jugarán para que el Gobierno pueda mantener la calma actual y si podrá seguir reduciendo la brecha.

Al recapitular el recorrido de los tipos de cambio alternativos, se ve que, tras haber tocado valores de hasta $338 hacia finales de julio, en agosto el blue se mantuvo en un rango de entre $282 y $295; mientras que en septiembre, a raíz de la mejora que se vio en el ritmo de compra de reservas del Banco Central gracias al dólar soja de Massa, cayó por debajo de los $275.

Los financieros están también calmos: el contado con liquidación cerró el viernes en $280,8 para la compra, lejos de los niveles superiores a los $320 de julio; y el MEP también cayó muy por debajo del blue y el CCL, hasta los $269,9.

En tanto, la semana pasada, el BCRA comenzó a acelerar fuertemente el ritmo de apreciación del dólar oficial, que cerró la semana en $141,38 para la venta como consecuencia de que el viernes subió $2,35, lo que equivale a un 1,7%. 

Estos datos demuestran un fuerte ritmo de aceleración de la devaluación, ya que en una sola jornada, el tipo de cambio que administra el Central escaló casi en el mismo nivel en que, en diciembre de 2021, subía en un mes.

Dólar calmo: la estrategia del BCRA

Gustavo Quintana, de PR Operadores de Cambio, evalúa que la actual paz cambiaria está reflejando que "el mercado ha entrado en una senda de espera, atendiendo a la evolución de las medidas que tiendan a acomodar las variables monetarias y cambiarias".

El BCRA venía con problemas para acumular reservas y mejoró la dinámica en septiembre.

Por su parte, el economista Joel Lupieri, de Epyca Consultores, señala que "el BCRA está usando una serie de herramientas tradicionales para controlar el mercado cambiario". Y detalla:

  • La principal son las intervenciones en el mercado de futuros de dólar, donde tiene una fuerte posición con más de u$s6.000 millones vendidos en ROFEX.
  • Eso se combina con un intento de coacción para que los exportadores liquiden divisas, que lleva adelante con el nuevo dólar soja y el encarecimiento de la tasa de crédito para los sojeros que acopien más del 5% de su producción.
  • Y también influye la estrategia agresiva de suba de tasas que implementó en el último mes, con incremento de 8,5 puntos y que, seguramente, volverá a ajustar esta semana en niveles cercanos a 5,5 puntos, según espera el mercado.

Cabe recordar que el gran problema que sacudió el mercado cambiario en julio fue la corrida de bonos CER, que comenzó en junio y se prolongó durante julio. Esa crisis, que se vio agravada por la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía y los vaivenes en la elección de su reemplazante, le costó al Banco Central cerca de $1 billón, que debió emitir para sostener la curva.

Luego, finalmente, tras más de un mes de inestabilidad, esos títulos que ajustan por inflación recuperaron parte del camino perdido. "El Gobierno pareciera haber controlado el mercado de pesos. Las curvas de esos instrumentos volvieron a los niveles previos al inicio de la corrida", describe al respecto el economista de Eco Go Lucio Garay Méndez.

Los dólares, principal preocupación tras la estabilización de los bonos

Garay Méndez señala que, hoy, la principal preocupación pasa por los dólares. Y es que al Banco Central le venía costando muchísimo absorber divisas en el último tiempo. Después de un julio en el que perdió más de u$s1.000 millones en el mercado de cambios por la alta demanda de las importaciones de energía y un aplanamiento de la curva de ingreso de dólares producto del desdoblamiento cambiario que desalentaba la venta de granos por parte de los exportadores, agosto comenzó muy complejo.

El BCRA arrancó el mes pasado perdiendo u$s800 millones. Luego, en las últimas 16 jornadas, logró mantener posición compradora y pudo descontar de ese saldo poco más de u$s290 millones. Así, quedó con un negativo de unos u$s520 millones.

El gran problema era que, aunque bajaron los montos de pago de energía a un promedio por debajo de los u$s50 millones diarios (en julio, el promedio era de u$s100 millones), no lograba comprar sumas elevadas de dólares aún, incluso a pesar de los beneficios que anunció para los chacareros que liquidaran soja hasta el 31 de agosto, operatoria conocida como 70/30, o dólar soja.

Esa modalidad no fue muy exitosa, ya que los exportadores seguían esperando por mejores condiciones. Y, finalmente, llegaron a fines de la primera semana de septiembre. Y es que, tal como señala Garay Méndez, "hasta que no acordó con el agro un dólar más alto para el sector, era difícil ver una recomposición de las reservas netas".

Sucede que, aunque el dólar soja original evolucionó en sus resultados, con un tímido comienzo de una docena de operaciones y logró ya ha casi multiplicar por nueve los volúmenes iniciales liquidados, reportó solo $3.360 millones, un monto bajo teniendo en cuenta las necesidades y compromisos de acumulación de reservas que tiene el BCRA y la elevada demanda de dólares que se viene observando para el pago de importaciones.

Ante ese panorama, el Gobierno finalmente negoció con el campo y acordó una nueva propuesta: un tipo de cambio preferencial para los exportadores de soja, que les reconoce $200 pesos por dólar.

La brecha cambiaria se mantiene alta y eso alienta especulaciones devaluatorias.

Esa modalidad viene mostrando un muy buen resultado y el BCRA registró, hasta ahora, ventas por u$s1.700 millones. Cabe mencionar que este es un avance importante, pero la expectativa es que hacia fin de septiembre el volumen liquidado por ese mecanismo alcance los u$s5.000 millones.

En la City, los analistas esperan que esta tendencia continúe en las próximas semanas, ya que el programa mencionado estará vigente hasta fin de mes, y expresan un mayor optimismo en cuanto a la posibilidad de que se cumplan las metas de reservas pautadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Esto sería posible si se mantiene la tendencia y en vistas de los resultados que está teniendo el ministro de Economía, Sergio Massa, en su viaje por el exterior, ya que ha logrado captar fondos de organismos internacionales por más de u$s1.200 millones para este año, lo que es un aporte interesante para las reservas.

Así, tal como menciona el economista Joel Lupieri, todo indicaría que, "mientras siga un cepo tan restrictivo como el que tenemos hoy, el dólar oficial se mantendrá controlado", pero es evidente que no es suficiente como para descartar por completo el fantasma de una devaluación fuerte. Para ello, señala que es esencial que el Gobierno siga demostrando que es capaz de captar dólares y que tiene un plan eficiente para estabilizar la economía.  

Brecha del dólar: un problema para el Gobierno

Lupieri advierte que uno de los problemas que tiene el Gobierno por estos días es que la posibilidad de disminuir la brecha está muy acotada y explica que, para que pueda lograrlo, es esencial que confirme con hechos el sendero de reducción del déficit fiscal y de fortalecimiento de las reservas del BCRA.

Sostiene que "hasta que no haya un plan que dé mayor confianza, no perece haber razones fuertes que vayan a hacer caer las cotizaciones alternativas", condición necesaria para reducir la brecha en un contexto en el que el Gobierno se muestra totalmente decidido a no devaluar fuertemente el peso.

En consecuencia, todo indicaría que, tal como anticipa Quintana, por ahora, el mercado está expectante a lo que suceda con las variables monetarias y cambiarias. La tendencia que se empezó a ver en septiembre de compra de reservas es un buen inicio. Sin embargo, para que sostenga la reducción de la brecha cambiaria y que logre ser realmente significativa, es esencia que cumplan dos condiciones:

  • La primera, una profundización del ajuste fiscal -que se empieza a ver con los últimos anuncios del ministro de Economía de recortar algunos ítems del gasto público pero aún no es una realidad concreta-.
  • La segunda, una profundización de la tendencia compradora del BCRA en el mercado de cambios que le permita seguir embolsando montos contundentes en las próximas semanas y, definitivamente, revertir en septiembre el saldo negativo de agosto.
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