La Iglesia organiza otra misa por los comedores, pero pide no convertirla en un acto político: los motivos
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Tras la polémica por cantos contra el Gobierno nacional, curas villeros y de barrios populares realizarán una misa en reconocimiento a las madres que trabajan en comedores y merenderos comunitarios. La celebración tendrá lugar el miércoles desde las 11 horas en el Santuario de la Virgen de Caacupé de Ciudad Evita, La Matanza. La presidirá el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, quien indicó que el país "necesita la ayuda de todos, sin importar la ideología que tengamos".
Tras los cánticos contra el gobierno de Javier Milei, referentes de la Iglesia salieron a aclarar que no existe un intento de politizar las ceremonias religiosas. El arzobispo Jorge García Cuerva condenó lo sucedido, al afirmar que la misa "es para unir, no para dividir".
Ojea, que va a ser llevar adelante la misa en La Matanza, explicó que la celebración se hará "en reconocimiento a la abnegada tarea de las cocineras de los comedores populares, no contra algo o contra alguien".
Además, dejó un mensaje bien claro al marcar que no tienen pensado "invitar a ningún político porque no queremos que algo tan propio del ser humano, que no pertenece a ningún sector político en particular, sea usado de ningún modo; estamos hablando de algo superior que tiene que ver con la comida que necesitamos todos, tengamos la ideología que tengamos".
La Iglesia pide despolitizar las misas: ¿cuándo se cantó contra el Gobierno?
La semana pasada, en una misa para rezar por los fallecimientos de Nora Cortiñas, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y de Víctor Pérez Esquivel, hijo del Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, los feligreses comenzaron a corear la consigna "La Patria no se vende" para manifestar su oposición al gobierno de Milei.
El hecho se dio en la emblemática iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, dependiente de la congregación de los Padres Pasionistas, donde durante la dictadura se reunían familiares de desaparecidos y se infiltró el capitán de la Marina Alfredo Astíz, tras lo cual fueron secuestradas, entre otras, dos monjas francesas.
El viernes, los cánticos se repitieron en otra misa, esta vez en la iglesia Inmaculado Corazón de María, en el barrio de Constitución, en memoria del sacerdote y barrendero Mauricio Silva, precisamente en el Día del Barrendero declarado en su honor, que fue secuestrado, torturado y asesinado en 1977.
Tras lo sucedido en la parroquia de Constitución, el obispo auxiliar y vicario general de Buenos Aires, monseñor Gustavo Carrara, ofreció sus "sinceras disculpas". "Como celebrante principal asumo la responsabilidad, y pido humildemente disculpas al que pudiera sentirse ofendido por el mismo", expresó el sacerdote mediante un comunicado.
No obstante, se desmarcó de los cánticos que surgieron durante la misa. "Antes de la bendición final, fui sorprendido por una señora que empezó a cantar 'la Patria no se vende', muchos de los presentes en el templo continuaron el canto por un minuto. Interrumpí, hice la oración y di la bendición y el saludo final", contó.