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Apagón de consumo: nueva embestida de grupos K contra empresarios

Tras la fuerte arremetida de la Presidenta contra las cadenas de supermercados, los grupos afines al kirchnerismo preparan su segundo boicot
14/02/2014 - 07:25hs
Apagón de consumo: nueva embestida de grupos K contra empresarios

"Vamos a tomar todas las medidas que tengamos que tomar", enfatizó Cristina en su último discurso al referirse a los empresarios que, a su entender, especulan y aumentan los precios.

"Hay innumerables denuncias que estamos recibiendo en Precios Cuidados", agregó, al tiempo que identificó a las cadenas Coto y Carrefour como unas de las responsables de los incrementos en las góndolas.

En su discurso en cadena, felicitó "al pueblo que se está defendiendo de toda esta especulación, de todos los que quieren saquearle los bolsillos", al defender el programa Precios Cuidados.

Es en este contexto que este viernes los argentinos son convocados nuevamente a evitar sus visitas al supermercado durante toda la jornada a modo de protesta contra los aumentos que se advirtieron en las últimas semanas.

Con una propuesta en continuidad con la del polémico #8F -cuando la premisa consistió en no comprar alimentos ni cargar nafta por un día- los grupos K ahora insisten en impulsar un boicot con el objetivo de frenar el encarecimiento de la mercadería en las góndolas.

Es que la fuerte suba de precios se volvió una realidad imposible de ocultar, dejando en evidencia que -más allá de los sucesivos acuerdos que el Gobierno fue poniendo en marcha en conjunto con las cadenas de retail- llenar el changuito en la Argentina resulta cada día más caro.

"La inflación de diciembre, enero y febrero generó una gran preocupación en los consumidores", indica en diálogo con iProfesional José Ignacio Amodei, director de Trade de la firma especializada en consumo CCR.

De hecho, sólo el mes pasado las consultoras privadas estimaron que los artículos de supermercado se encarecieron entre un 4% y un 6% y para el cierre de febrero se espera un resultado similar.

Es en este contexto que desde organizaciones afines a la gestión kirchnerista vuelven a proponer un viernes de supermercados vacíos e impulsan a los argentinos a no hacer las compras ese día.

Como puede verse en la convocatoria realizada a través de las redes sociales, las imágenes que se utilizan para impulsar el #14F son muy similares a las del viernes pasado.

En algunas de ellas se explicita el significado del "apagón de consumo" y en otras directamente figuran los logos de aquellas empresas a las cuales se culpa de los aumentos y se las tilda de especuladoras.

Por supuesto, no faltan los llamados a los usuarios a "cuidar el bolsillo":

Otro ejemplo:

La llamativa propuesta, en su segunda versión, generó un revuelo en las redes sociales, donde las respuestas que obtuvo fueron variadas.

Una parte de los usuarios apoyó la iniciativa, otros la rechazaron por considerarla poco efectiva y un tercer grupo ironizó sobre el polémico "apagón de consumo":

 

"Hubo mucha repercusión en las redes sociales en relación con la concientización de los usuarios sobre este tema", destaca Emiliano Schwartz desde la consultora Tomadato.

Los expertos sostienen que hacerle un "boicot al changuito" un día ya no alcanza para frenar una inflación que no da tregua.

En cambio, explican que los incrementos de precios en las góndolas forman parte de un contexto de "espiral" de subas y que la devaluación del peso tuvo un inevitable impacto en los productos que se exhiben en los estantes de los supermercados.

"Apagar el consumo" para que los precios bajen

Este mes de febrero se cumple exactamente un año de que las cadenas de supermercado anunciaran por primera vez que habían llegado a un acuerdo con la Secretaría de Comercio Interior por el que se comprometían a que los precios de la mercadería se mantendrían sin alteraciones.

Desde entonces, la medida se ha ido prorrogando, aunque con objetivos bastante menos ambiciosos -los productos "freezados" comenzaron siendo casi todos, luego se redujeron a 500 y hoy la canasta abarca tan sólo unos 194 artículos-.

Sin embargo, los argentinos ya venían advirtiendo algunos "desajustes" en el congelamiento. A esto se sumó en las góndolas, además, el impacto que tuvo un dólar oficial que se elevó a los $8.

Y ante la evidencia de la disparada de precios nació la primera convocatoria a "apagar el consumo" por un día por parte de grupos kirchneristas.

Según lo indica Amodei, esta iniciativa -que este viernes se repite- descuida el hecho de que "los precios de los productos no dependen sólo de las cadenas de retail", sino que integran parte de un sistema más amplio.

El #7F en las góndolas

El viernes pasado se dio inicio al primer "apagón" y los resultados que se obtuvieron luego de finalizada la jornada son, al menos, cuestionables.

Es cierto que quienes impulsaron la medida y aquellos que le dieron su apoyo aseguran que efectivamente derivó en una baja en las ventas, pero desde el sector supermercadista apuntan que el factor climático también ayudó a que esto suceda.

Sobre este punto, Miguel Calvete, titular del Instituto de Estudios de Consumo Masivo (Indecom), indica que "algunos comercios llegaron a vender un 35% menos".

Aunque admite que "el viernes 7 influyó muchísimo el tema de la lluvia". Y agrega que "eso fue un punto clave, ya que desalentó las visitas a las góndolas".

En el caso de los supermercados chinos, éstos decidieron apoyar la iniciativa contra los incrementos dejando de comprar ese día los productos que evidenciaban un mayor encarecimiento.

Es así que "varios de los comercios manejados por propietarios asiáticos no compraron carne ese viernes ni van a adquirir algunos artículos puntuales el día 14", apunta Calvete.

Pero la idea de los "apagones" no se limita a la Argentina. Según explican los analistas en consumo, el boicot a los supermercados cuando los precios en góndolas se disparan tiene una amplia tradición en otras regiones del mundo.

Por ejemplo, en palabras de Schwartz, "en Europa y Estados Unidos se ponen en marcha este tipo de acciones, pero la gente suele abstenerse de llevar un determinado producto y no la totalidad de la mercadería".

En el ámbito local, los expertos destacan que estos tienen por sobre todo una función simbólica, ya que no repercuten en la facturación de las empresas.

Ocurre que "muchas personas postergan o adelantan las compras, pero estas iniciativas no modifican en absoluto el volumen de ventas", afirma el ejecutivo de Tomadato.

Una cadena de subas

Si bien los "apagones de consumo" funcionan como un método de protesta de los consumidores impulsados por grupos afines al kirchnerismo, los expertos hacen hincapié en que el hecho de dejar de comprar un día está lejos de funcionar como una verdadera solución frente a la escalada inflacionaria.

No obstante, la elección de sumarse a esta protesta "forma parte de los derechos que tienen los consumidores", apunta Calvete desde INDECOM.

Aunque agrega, en la misma línea, que para que realmente cedan las subas de precios "tiene que haber un verdadero control en toda la cadena de valor".

Lo que ocurre -señalan los expertos- es que la devaluación generó un incremento en los costos que deben afrontar los proveedores que, inevitablemente, termina traduciéndose en los precios que los argentinos hoy ven en las góndolas.

Es por eso que Schwartz remarca que lo que ocurre es que "una convocatoria como ésta puede ayudar a que los consumidores tomen conciencia, pero aquí hay un problema de fondo y ésta no es la solución".

Y, en un contexto inflacionario, los compradores se vuelven mucho más selectivos.

En este sentido, Amodei desde CCR indica que, en un escenario como el actual, los artículos premium serán dejados más de lado, mientras que "los productos básicos son los que se van a mantener mejor".

Por otra parte, entre quienes analizan el consumo surgen dudas en relación con la evolución de la mercadería que, según afirman desde el oficialismo, actualmente está siendo "cuidada".

Sobre este punto, Schwartz se muestra desconfiado y explica que "en una primera instancia, dijeron que se iban a realizar revisiones trimestrales de este plan, pero seguramente antes de este período van a tener que hacer algún tipo de ajuste".

Y resume: "No sé si los precios como están en el listado aguantan tres meses".

El consumo, amesetado

Si bien actualmente existe una disputa en relación a cuáles son los factores que determinan los incrementos de precios y que llevaron a que los valores de algunos artículos se hayan "disparado", algo sobre lo que hay pocas dudas es que en 2014 el consumo se verá más estancado que en los años previos.

Algunas señales de este enfriamiento se pudieron advertir ya a fines de 2013, dado que "hay un amesetamiento en el nivel de compras desde fines de diciembre", advierte Calvete en diálogo con iProfesional.

En tanto, Amodei destaca que "los últimos meses del año pasado disminuyó la venta en las grandes cadenas de supermercado". Y agrega que "hay una notoria reducción de la velocidad de crecimiento".

Además de las fuertes subas de precios, otros de los factores que impulsan a los argentinos a moderarse en sus gastos tienen que ver con las expectativas sobre la economía y el escenario del país en 2014.

Este sentido, el ejecutivo de CCR apunta que "este año, la preocupación aparece por el lado del empleo. La gente advierte que el escenario laboral se vuelve más complejo".

Es por eso que Schwartz describe el panorama actual con una frase muy clara: "La palabra que se emparenta con el consumo hoy es, sin lugar a dudas, incertidumbre".

Atraer a los argentinos al súper

En un entorno en el que los argentinos cuidan más el bolsillo, sufren más las restricciones presupuestarias y hasta organizan "apagones de consumo" en protesta por los incrementos de precios, las marcas y supermercados tienen por delante un gran desafío, si es que no están dispuestos a perder clientes.

Y una de las herramientas que suelen ser más efectivas ante esta situación son los altamente valorados beneficios promocionales, que en los últimos años resultaron fuertes impulsores a la compra.

En este punto, Schwartz asegura que "los retailers van a tener que incentivar a los consumidores mediante la oferta de descuentos y promos".

La razón por la cual estas acciones resultan de vital importancia en el esquema vigente es que las personas tienen incorporada en sus consumos la noción de "compra inteligente" y gastan su dinero cuando, de alguna manera, sienten que están "haciendo negocio".

En palabras del ejecutivo de Tomadato, "el argentino hoy necesita percibir que está realizando una compra efectiva".

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