Desde el próximo lunes la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) comenzará a controlar que cada anuncio televisivo transmitido en canales de aire cuente con un 60% de producción nacional. 

Lo hará exigiendo a las empresas vinculadas a la actividad publicitaria presentar un formulario aplicativo de la AFIP, con carácter de declaración jurada, donde se detallen datos del anunciante, del producto, y de cada persona que participa del spot.

Es por eso que el abogado especializado en medios de comunicación, Alejandro Pereyra, habló de las "DJAI de la publicidad", comparándo a esta medida con las declaraciones juradas anticipadas que deben presentar a las autoridades los importadores para ingresar bienes al país. 

"A estas DJAI de la publicidad se agrega otra especie de cepo publicitario de la pauta oficial, que impone topes a la publicidad oficial, sea nacional, local o provincial, de las empresas y bancos del Estado en medios privados", adviritó el letrado en diálogo con Radio Mitre este viernes.  

Y agregó que, cuando se pone un límite a la publicidad oficial, "le estoy generando un problema a muchas empresas"

El abogado era candidato a conducir el AFSCA, pero fue vetado para el cargo por la presidenta Cristina Kirchner. Opinó que la legislación que entra en vigencia el lunes "es kafkiana" porque "cada serie de pasos va complejizando la situación, y termina con un detalle, que pide hasta el nombre de los participantes de cada publicidad". 

"Eso proviene de origen de la Ley de Medios, que es como la Ley de Abastecimiento. Si no se informa la producción, cuánto y cómo, etc., la de Abastecimiento aplica una multa, y la de Medios la caducidad de la licencia", explicó, y resumió: "En definitiva es una intromisión del Estado dentro de una actividad privada, cuando aún no resuelve ni la seguridad, ni la educación ni el resto de los temas"

Por otra parte, alertó acerca de que la medida "a los medios les genera un problema gravísimo. Todos aquellos que son inversores que han puesto dinero o invertido en canales, señales, etc., lo hacen no por una cuestión filantrópica sino porque quieren ganar dinero. Les modifican las reglas de juego, los perjudican y no solo lo complejizan. Todo esto repercute en menos empleo, en precarización del empleo, en aparición de testaferros".