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Según expertos en consumo, este fenómeno alcanza a un amplio abanico de sectores, e incuye tanto a alimentos como a indumentaria
19/08/2015 - 18:13hs

La suba de precios, volvió al centro del debate. Según el Indec, la inflación se está acelerando: en julio marcó una variación del 1,3%, la más alta del año. 

En tanto, los relevamientos de las consultoras privadas, agrupado en el llamado "Índice Congreso", arrojó un alza de casi 2% el mes pasado, superando ampliamente el dato de junio.

En este contexto, está recrucediendo la pelea entre los fabricantes y la cadena comercial. 

Desde la Asociación de Empleados de Comercio (AEC) de Rosario, por ejemplo, vienen disparando contra la "desmedida ganancia que obtienen los formadores de precios a costa del bolsillo de los ciudadanos”.

"En algunos casos, los artículos en las góndolas están hasta ocho veces más caros que el costo de producción", asegura a iProfesional Silvana Crocci, prosecretaria general de la AEC.

Y señala que, más allá de los argumentos que esgrimen los empresarios del sector, “ninguna paritaria justifica tal remarcación en los valores de los artículos”.

En el caso puntual de los lácteos y sus derivados, por ejemplo, la asociación advirtió un fuerte encarecimiento de precios al llegar a las góndolas.

"En algunas marcas, la leche se paga en el supermercado más de siete veces lo que cuesta producirla", puntualiza", Crocci.

Según el relevamiento, el precio en el tambo ronda los $3 por litro, mientras que en determinados supermercados puede llegar a superar los 25 pesos.

Otros productos derivados de la leche que también se ven muy remarcados, según la entidad, son la manteca, la crema y el yogur.

Incluso, desde AEC advierten que en el caso de los artículos que están enmarcados dentro de la canasta “protegida” por el programa oficial de Precios Cuidados también se registra una gran brecha respecto del costo de producción. 

“En Precios Cuidados algunos artículos llegan a triplicar su valor original”, advierte Crocci.

Según la prosecretaria de la CEC, en Argentina el “efecto remarcación” es bastante más fuerte que en otros países. 

“En EE.UU. y Europa, la variación es de entre un 7% y un 9%, pero nunca tan abismal como acá”, indica.

Grandes y chicos

Para Fernando Aguirre, de la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), el “efecto remarcación” tiene lugar, esencialmente, entre los jugadores de mayor peso.

La misma opinión tiene Crocci, para quien “las grandes empresas del sector, que son las formadoras de precios, son las que más incrementan los valores de sus artículos en las góndolas”. 

Por otro lado, los expertos ponen el foco en el hecho de que los retailers de menor tamaño se encuentran en desventaja a la hora de conseguir buenos precios por parte de los proveedores.

En palabras de Aguirre, lo que ocurre es que “los players más pequeños tienen menos poder de negociación frente a los fabricantes, por lo que consiguen la misma mercadería a valores mucho menos accesibles”.

También en la ropaLos argentinos, en la actualidad, no sólo pagan demás en el supermercado. En el caso de la ropa resulta aun más notorio el abismo que existe entre los precios de fabricación y los de venta al público.

Según datos de la fundación ProTejer, un jean de marca que se encuentra en el perchero de un local de un shopping puede llegar a tener hasta siete veces más que su valor de fabricación (ver gráfico).

Como se puede observar, los gastos asociados al marketing de una prenda ($116) pueden llegar a casi triplicar los costos propios de la materia prima ($41).  

Por otro lado, a la hora de formar el precio de un artículo también hay que considerar que los gastos vinculados al "derecho de piso" que debe convalidar una firma por ocupar un local con una renta elevada ($280 por producto, promedio) pueden resultar hasta 35 veces superiores a la ganancia de las fábricas por cada unidad confeccionada.

Esta diferencia de precio solo por el “efecto marca” se evidencia cuando se compara el valor que tiene adquirir una prenda determinada de una marca de renombre en un centro comercial con el de un artículo muy similar en otro comercio de una firma menos conocida.

"Actualmente se paga un fuerte sobreprecio sólo por un tema de etiqueta y el cliente, lo que termina haciendo, es afrontar gastos muy elevados y que están asociados a las campañas de marketing", puntualiza Marcelo Kelstemboin, economista especialista en esta industria. 

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