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El sucesor de Cristina Fernández de Kirchner deberá, entre otras medidas, que reglamentar la ley Argentina Digital y completar los concursos de TV digital
23/10/2015 - 10:00hs

Luego de más de 12 años de gestión, el kirchnerismo dejará al Gobierno que lo sucederá a partir del 10 de diciembre un legado tecnológico con luces y sombras, y con una serie de materias y retos pendientes que la nueva gestión deberá enfrentar para revitalizar uno de los sectores económicos más dinámicos.

IProfesional entrevistó a académicos, empresarios, consultores y analistas sobre las tecnologías durante las administraciones kirchneristas desde 2003 hasta hoy, y acerca de los desafíos que afrontará el nuevo Gobierno en relación a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

El kirchnerismo dejará un cuerpo de normas legislativas y de obras de infraestructura que no existían en 2003.

Luis Valle, director del posgrado en TV digital y nuevas plataformas de la Universidad Nacional de La Matanza, enumeró como los “principales logros” de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández las siguientes medidas:

* Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

* Ley Argentina Digital.

* La adopción del estándar para la TV digital terrestre y el inicio de su despliegue.

* La construcción y puesta en servicio del satélite Arsat-1.

* Plantear la necesidad de tener un operador en la órbita del Estado como Arsat.

* El inicio de la Red Federal de Fibra Óptica y las empresas de telecomunicaciones provinciales.

* La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.

* Llegar con conversores de TV digital y notebooks a los segmentos más postergados del país.

* La subasta de espectro para servicios móviles.

En tanto, Ana María Andrada, directora del Centro Blas Pascal y profesora titular e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica Argentina (UCA), reconoció que desde 2003 hasta hoy, “las TIC se priorizaron en varios niveles: ley de industria y promoción de software con su correspondiente reglamentación, el Programa Conectar Igualdad, la continuidad en la informatización del Estado, con casos destacables como la Anses, la AFIP y el Ministerio de Economía”.

“Las acciones y resultados no son homogéneos, como tampoco lo son los avances estratégicos, pero es indudable que las TIC se consideraron una política de Estado, con acciones en consecuencia, a nivel económico, político y social, que marcan un hito positivo comparadas con gestiones anteriores”, destacó Andrada, experta líder de proyectos de educación científico-tecnológica en distintas universidades y organizaciones de América latina, los Estados Unidos y Canadá.

La académica de la UCA resaltó también que “la agenda digital fue consensuada con actores públicos y privados: funcionarios, empresarios, académicos, expertos en el tema y miembros destacados del sector”.

Desde el lado de las empresas, Rubén Belluomo, gerente local de la compañía de software corporativo Infor, definió como “buenas iniciativas, en el marco de la sociedad de la información y el conocimiento en la que vivimos, los programas Argentina Conectada, Conectar Igualdad, el satélite Arsat 1, el Arsat 2 y la ley Argentina Digital”. 

Sin embargo, señaló que se debe "tener continuidad en este tipo de iniciativas dado que dan señales concretas, al mismo tiempo que otorgan un marco normativo, de que la tecnología forma parte de la agenda pública”.

Por el lado de los emprendedores, Juan Ozcoidi, fundador y CEO de itBAF, una comunidad con más de 6 mil “entrepreneurs”, resumió que el Gobierno nacional saliente “impulsó el desarrollo de la industria TIC en el país fomentando, entre otras cosas, diferentes herramientas financieras y apoyos a emprendedores y empresas de diferentes tamaños”.

Deudas y retos pendientesPese a este balance positivo, la lista del “debe” tecnológico que recibirá el nuevo Gobierno el 10 de diciembre es extensa. Valle enumeró los componentes de esa columna contable:

* Reglamentar la ley Argentina Digital.

* Completar los concursos de TV digital.

* Concretar el “apagón analógico” y definir el destino del espectro que liberará esa medida.

* Poner en práctica las herramientas normativas que se promulgaron para mejorar la calidad de las comunicaciones móviles y fijas.

* Seguir extendiendo los servicios TIC a toda la población.

* Desarrollar las industrias locales de hardware, software y contenidos.

* Mejorar la educación en TIC en todos los niveles incluido el de los usuarios.

El consultor Ariel Barlaro, de Dataxis, apuntó que el reto pendiente “sigue siendo promover la industria del software, que es donde se necesita menos inversión de capital y no genera crisis en la balanza de pagos como la industria electrónica de ensamblado. Y promover realmente la competencia en TV paga y triple play, para impulsar la banda ancha”.

Pablo Piccolotto, docente de posgrado en innovación tecnológica y gestión de tecnologías de la Universidad Blas Pascal, señaló desde Córdoba que en cuanto a la industria del software, los desafíos “tienen que ver con la competitividad y la atracción de inversiones externas”. 

En cuanto al hardware, Piccolotto indicó que se debe encarar “la eliminación progresiva de las restricciones a las importaciones tecnológicas”. 

“Hay que sincerarse y reconocer que no somos un país productor de tecnología de punta en este segmento. A duras penas contamos con el conocimiento y las instalaciones para ensamblar componentes importados”, advirtió.

Andrada señaló otra variable: Programa Conectar Igualdad, el cual “fue un poderoso motor para promover el acceso masivo a las TIC”, pero que “enfrenta ahora qué hacer con la brecha de uso”.

La próxima etapa es mejorar ostensiblemente la conectividad y profundizar la capacitación para crear un hilo de sentido que achique la brecha de uso. Eso es estratégico para este programa”, apuntó la académica de la UCA.

En cuanto a la informatización del Estado y su correlato en la construcción de ciudadanía digital, Andrada manifestó que “el avance sostenido en este sentido es un modo estratégico de desmontar burocracia y aportar transparencia a la gestión gubernamental”.

“Hay que seguir trabajando en la jerarquización del Conicet, la repatriación de científicos que se ubicaron en la Argentina en proyectos de innovación estratégicos, profundizar la gestión del Ministerio de Ciencia y Tecnología”, afirmó la directora del Centro Blas Pascal.

Norberto Caniggia, presidente de la empresa local de software y servicios informáticos C&S, que tiene entre sus clientes a la Anses, el Gobierno porteño, YPF, Garbarino y Telecom, reclamó “implementar totalmente  la nueva ley de promoción del software y revisar la política  cambiaria, que resta competitividad a la oferta del país”.

“Hoy no podemos concebir una economía que pretenda desarrollarse por fuera de la tecnología”, advirtió Belluomo.

“Es por eso que resulta importante que, desde el sector público, el mensaje y las acciones sean claros al respecto para crear un marco propicio para los distintos actores de este mercado así como para la llegada de inversiones”, dijo el responsable de Infor.

“Nuestro sector es muy dinámico y requiere planificación e inversiones constantes para asegurar competitividad. El Estado tiene un rol clave que cumplir en este sentido”, afirmó Belluomo, quien admitió que es “optimista en cuanto al nuevo escenario con respecto a que se irán resolviendo las cuestiones pendientes, que siempre existen, dado que la Argentina enfrenta una oportunidad muy interesante de crecimiento que irá de la mano de buenas decisiones tomadas desde el sector público como también del privado”. 

En una línea similar se expresó Luis Piccolo, VP Sales Cluster Sur del operador de Level 3, proveedor de servicios de comunicaciones corporativas, quien sostuvo que “toda acción que favorezca la claridad del marco regulatorio y del escenario para realizar inversiones es positiva”.

“También está pendiente la modernización del Estado, en términos del uso de la tecnología. En suma, la visión de Argentina Conectada y Arsat es positiva. En la actualidad estamos expectantes por cómo seguirá siendo gestionada”, dijo Piccolo.

Desde los emprendedores, Ozcoidi tildó en la columna del debe la necesidad de “encontrar una solución en cuanto a la administración y liquidación de divisas”.

Celia Lerman, profesora de la Escuela de Derecho de la Universidad Torcuato Di Tella, coincidió en que el próximo Gobierno recibirá “un desafío importante en materia de infraestructura de telecomunicaciones y de Internet”. 

Mientras que la penetración de Internet en Argentina es una de las más altas de la región, el desafío principal se centra en cómo mejorar las conexiones a Internet y telecomunicaciones, lo que requiere inversión de mediano y largo plazo y compromiso del sector público y privado”, advirtió. 

Otro desafío para Lerman es “crear estructuras multisectoriales para la gobernanza de Internet en el país. Actualmente no hay una coordinación estructurada entre actores de diferentes sectores (Estado, sector privado y tercer sector), y la interacción y colaboración es primariamente orgánica”.

Diego Pando, profesor de la Universidad de San Andrés (Udesa), señaló que “si bien el camino recorrido fue largo, queda mucho más recorrer para moderar los altos niveles de concentración del estratégico sector de las comunicaciones, mejorar la calidad de la prestación de los servicios, proyectar un mercado nacional y aprovechar la convergencia tecnológica para modernizar infraestructuras y servicios”.

Para el docente de la Udesa, “transitar este camino implica corregir errores, asumir desafíos y enfrentar tensiones. Sin dudas, la principal asignatura pendiente consiste en dotar al ecosistema digital de consistencia y coherencia sistémica, teniendo en cuenta la escasa articulación entre las iniciativas hasta el momento desarrolladas. La acción de Gobierno no puede consistir sólo en respuestas aleatorias a desafíos coyunturales, sino que debe prestar atención más sistemática al futuro”.

Para ello, Pando propuso, “sin pretender caer en los cantos de sirenas del formalismo burocrático que pretende encontrar soluciones limitándose a sancionar leyes o creando organismos”, la creación de un “Ministerio de las Tecnologías de Información y las Comunicaciones para abordar el problema de la falta de integralidad”.

TelecomunicacionesEl consultor Enrique Carrier puntualizó un “problema subyacente” en cuanto a las telecomunicaciones, que el próximo Gobierno deberá resolver: “los 15 años de tarifas congeladas que hacen que hoy el abono básico (de la telefonía fija) sea de $13”.

“En momentos en que la voz fija se encuentra francamente en retroceso en términos de uso aún a pesar de las bajas tarifas, es natural pensar que un aumento del costo de este servicio terminaría redundando en una caída adicional de su uso. Se trata quizás del momento indicado para replantear el servicio telefónico y adaptarlo a las telecomunicaciones actuales y futuras”, recomendó Carrier.