Mientras se estima que el Enacom aprobará, ya de una vez, la fusión de Telecom-Cablevisión el próximo jueves 21 de diciembre, las compañías continúan reformulando aspectos administrativos vinculados con su operatoria y las obligaciones que tienen con sus accionistas.

Así, en cuatro comunicados a la Bolsa que se enviaron este martes, tanto de parte de Cablevisión como de Telecom, se informó que"serán desafectados $4.000 millones de la cuenta "Reserva facultativa para mantener el nivel de inversiones en bienes de capital y el nivel actual de solvencia de la sociedad" para su afectación a la "Reserva facultativa para futuras distribuciones de dividendos"".

Esto se decidió, según se señala en el comunicado, en el marco de la Asamblea de accionistas del 18 de diciembre con el objetivo de que la sociedad esté "en condiciones de distribuir dividendos".

En la reunión también se determinó que será el directorio el que tenga la facultad de desafectar total o parcialmente esa reserva para futuras distribuciones de dividendos y hacerlo en los montos, monedas y fechas que establezca el directorio de acuerdo a los términos previstos por el directorio de Telecom en fecha previa al acuerdo de fusión, que se efectivizó el 30 de junio pasado, y acuerdo definitivo de fusión, concretado el 31 de octubre.

En septiembre, la sociedad aprobó la distribución de dividendos por más de $4.000 millones, que sumados a los $800 millones repartidos en septiembre de 2017 "equivalen a u$s50 millones que encuadran en los dividendos previstos en el inciso (d) (i) en el marco del compromiso previo de fusión", dice el comunicado.

Hace un mes, Carlos Moltini, ex CEO de Cablevisión, asumió como presidente de Telecom. Y lo mismo ocurrió con otros ejecutivos de jerarquía de la compañía. Gonzalo Hita, que se desempeñaba como gerente comercial de Fibertel, ya dirige las cuestiones operativas de la empresa con base en Puerto Madero. Lo mismo que Hernán Verdaguer, segundo de Moltini en la empresa de TV paga, quien está a cargo de las cuestiones regulatorias de la telco, y de Pablo Casey, que ahora lo hace a nivel de los asuntos públicos. 

Orden y progresoEstos movimientos, en este caso de tipo contable, apuntan a ir ordenando administrativamente a la futura empresa fusionada.

Este jueves se prevé que el directorio del Ente Nacional de Comunicaciones, a cargo de Miguel de Godoy, se reunirá y, de acuerdo a lo indicado por las fuentes, analizará la fusión entre Telecom-Cablevisión.

De aprobarse, algo que se descuenta, se conformará la empresa de telecomunicaciones más grande de la Argentina, y también del sector privado. La bandera verde saldrá, según lo señalado por diversas fuentes, con algunas condiciones, como la devolución de espectro por superar el límite vigente, tal como viene informando iProfesional.

De hecho, la semana pasada, en el marco de un encuentro sobre políticas regulatorias de telecomunicaciones organizada por la GSMA, la asociación que representa a los principales operadores móviles del mundo, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, aseguró que "antes de las fiestas" el Enacom aprobaría la fusión.

De buen diálogo con los principales actores del mercado de las telecomunicaciones, todo indica que los pasos hacia adelante que se dará tanto desde Modernización como desde el regulador están lo suficientemente claros para todos ellos.

Las expresiones de molestia de parte de varios jugadores, que fueron constantes hasta la primera mitad de este año que se va, se fueron morigerando en estos últimos meses. A tal punto que, aún sin anunciarlos oficialmente, muchos de ellos no sólo aceleraron las inversiones previstas para este 2017 sino que prevén incrementarlas fuertemente en el próximo, especialmente en el despliegue de redes de fibra óptica.

Telefónica ya cuenta con más de 700.000 hogares pasados con fibra óptica, especialmente concentrados en la zona sur, contra una previsión de llegar a 600.000 durante este año. Del total alcanzado hasta ahora, 150.000 ya están recibiendo los servicios sobre esta tecnología.

En el caso de Claro, la compañía ya alcanzó a unas 600.000 viviendas con fibra óptica, distribuidos tanto en la zona sur como en el área norte lindante a la Capital Federal. Sobre el corredor norte, iPlan viene también desplegando redes con esta tecnología, a las que ofrece conexiones de hasta 500 mb de velocidad.

Respecto de inversiones futuras, Telecom-Cablevisión anunciaron hace un par de semanas a la Bolsa su intención de tomar u$s3.000 millones en el mercado, también para construcción de redes de nueva generación.

En tanto, una vez dado el paso aprobatorio por parte del regulador, se estima que se sucedan otras definiciones en materia de telecomunicaciones, que podrán emanar en forma de decreto o de resolución, según de qué aspecto se trate. Tanto desde el Ministerio de Modernización, a través de la Secretaría de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, comandada por Héctor Huici, como desde el mismo Enacom.

Una de las decisiones del sector en general más esperada, particularmente por Telefónica y Claro, es que se habilite a este tipo de empresas a dar televisión paga por la vía satelital. Hasta ahora, la única autorizada es DirecTV. Para ello, debe emitirse sí o sí un DNU. Esto se concretaría casi en las vísperas del inicio de la convergencia de las telecomunicaciones, el 1° de enero próximo.

En ese marco, se prevé también que en ese mismo decreto se amplíen las zonas geográficas donde desde esa fecha será posible que todos los actores del mercado den cuádruple play (telefonía fija, móvil, banda ancha y televisión paga). Hasta ahora, y de acuerdo a lo indicado en el decreto 1340 del 30 de diciembre de 2016, la convergencia arrancará en Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.

Pero se analiza ampliar esa cobertura, siempre con la condición de proteger a las pyme de telecomunicaciones que actúan en localidades de menos de 80.000 habitantes. La expectativa de máxima de las grandes empresas es que se habilite la competencia en todo el país, y no tener que esperar para ello hasta 2019.