"La dolarización no es adecuada para Argentina", advirtió Jorge Remes Lenicov, el ministro de Economía que Eduardo Duhalde eligió para, justamente, desactivar la bomba de la convertibilidad que había comenzado durante el Gobierno de Carlos Menem y que se había potenciado tras el estallido social de 2001 y la renuncia del entonces presidente, Fernando de la Rúa.

Autor del libro "115 días para desarmar la bomba", en referencia al proceso que tuvo que llevar a cabo para conseguir la "desdolarización", rechazó la dolarización que Javier Milei propone como solución para superar la crisis económica que atraviesa la Argentina.

Remes Lenicov: "La dolarización no es adecuada para la Argentina"

"(La dolarización) no es adecuada para el país. Cuando uno se enfrenta a una situación compleja, uno tiene que proponer un programa que naturalmente sea complejo. Si no, estaríamos pensando en la magia, el voluntarismo o el milagro. No cabe que con una medida como es la dolarización se va a resolver la situación real de la economía argentina o del déficit fiscal", señaló.

En ese sentido, explicó que "cuando uno dolariza, se pierde el instrumento monetario y cambiario", y "un país que se está desarrollando, necesita todos los instrumentos disponibles para atender la situación".

Remes Lenicov: "La dolarización no es adecuada para la Argentina"

En tanto, comparó la crisis de 2001 con la actual: "Las crisis son como las personas: en las apariencias somos todos iguales, pero en realidad somos todos diferentes".

"Aquella (la crisis del 2001) tenía sus problemas y esta tiene otros problemas. Lo más complicado que yo veo es la situación política. Para lo económico siempre tenés alguna salida, siempre y cuando cuentes con el apoyo de la política", completó.

Asimismo, insistió con la interna política y la grieta: "En el 2002 pudimos salir a partir del acuerdo de Duhalde con Alfonsín, es decir de lo que era el peronismo de aquella época, que no es este, y el radicalismo de aquella época, que tampoco es este".

"Lo que está pasando ahora tiene que ver con diferencias internas y que el poder se fue diluyendo. Pensando hacia fin de año, lo óptimo sería que exista un acuerdo, pero es cierto que la grieta actual no es lo que había en 2001, cuando había diferencias obvias entre un radical y un peronista, pero podías conversar y acordar", detalló Remes Lenicov.

Por último, señaló que "nadie sabe lo que puede pasar de acá a fin de año" y que "hoy el común denominador es la incertidumbre".

"Si alguien pregunta cuánto va a estar el dólar o la inflación, no se sabe", concluyó.