De que hablamos cuando hablamos de la comunicación de las cosas
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Muchos creen que la comunicación es la última milla de la construcción de un producto o servicio, pero lo que creo es que este es el momento de reformular esta idea. ¿Por qué? Básicamente porque nuestra vida actual está atravesada por la comunicación, pero son circuitos comunicacionales que transforman la noción más tradicional que hemos tenido sobre "la comunicación".
¿Qué pasa por ejemplo cuando por la información que triangula el GPS puede calcular la ruta más conveniente a tomar? ¿Cuándo la tecnología de aprendizaje automático aprende tanto que puede traducir de voz a texto, o sugerir la búsqueda más afinada a tus necesidades porque entiende tu contexto de búsqueda? ¿Qué ocurre cuando una pulsera de rendimiento puede medir las calorías que consumiste, la actividad física que hiciste o incluso medir indicadores de tu salud o sugerirte rutinas acorde al rendimiento de tus hormonas? En estos casos solía haber una guía física, un médico, una persona o un cálculo humano.
En cambio, un nuevo proceso comunicacional "entre cosas" tomó su lugar.
Vivimos el reinado de los algoritmos y la Big Data. Es la era de la hegemonía de los datos. Con tecnologías como machine learning o inteligencia artificial nutriendo gran parte de los servicios y los productos que utilizamos.
El retail por ejemplo, se está transformando completamente, con experiencias como Amazon Go donde prácticamente se prescinde de persona alguna para todo el proceso de compra: el usuario apenas se loguea con su smartphone al entrar al local, elige lo que quiere y se lo lleva. El sistema de detección de productos que lleva y la cobranza se establece en forma automática. La tecnología aplicada es similar a la de reconocimiento que utilizan los autos autónomos y podría ser una tendencia a partir de esta época de cambios de paradigmas estimulado por el distanciamiento social. Y justamente, este es un gran capítulo en la aceleración de todas estas tecnologías.
Con la irrupción de la pandemia del Covid-19 hemos llegado a ver hasta drones que desde el aire alertaban a las personas en el caso de no respetar las distancias sociales sugeridas para evitar contagios. Ni hablar en China, la enorme base de datos, tecnologías y desarrollos que permitieron y permiten cruzar datos para hacer respetar cuarentenas y evitar cadenas de contagios.
Lo que quiero decir es que en todos estos casos, se trata de procesos de comunicación. Porque tomar un producto, ir a la caja, comunicarse con el operador de caja, pasar los productos y retirarse, se sintetiza únicamente en el hecho de tomar el o los artículos en cuestión. Y en todos los casos, se trata de procesos humanos mediados por nuevos canales de información, estímulo/respuesta y acción.
Las interfaces también comunican o facilitan la comunicación.
Desde el hecho de abrir la punta de los dedos sobre una superficie para ampliarla, apretar un botón y generar una operación de compra electrónica hasta el SWYPE mode que introdujo TINDER para decir SI o NO, Quiero o NO quiero, deslizando el dedo para un lado u otro, todo eso, es comunicación.
La gran revolución que está ocurriendo con las tecnologías de realidad extendida (realidad aumentada, virtual, mundos inmersivos) también van en el mismo sentido: nuevas interfaces que incluso modifican el entorno subjetivo de las personas y abren un mundo de posibilidades.
Quiero insistir en este punto: los comunicadores y tecnólogos cada día tenemos más cosas que hacer y pensar juntos. No para hablar de un producto una vez que este exista, sino para dar un valor intrínseco a la comunicación que hace posible que esos productos existan.
¿El medio es el mensaje? Claro que lo es.
La tecnología forma parte nodal de la comunicación, no es solo un canal, no es la vía del tren. La comunicación está allí presente entre los objetos que componen un sistema y tiene un rol y uno vital y estratégico, nada más lejos que ser el corolario de un proceso, es su núcleo, su corazón.
¿Qué quiero decir con esto? Que la comunicación nace en el momento de la concepción de estos productos, pero también estoy convencido que la comunicación en sí es un valor tan importante que podría ser un producto o servicio en sí mismo.
Ahora viene el momento de las preguntas:
- ¿Qué se puede hacer con esta comunicación entre las cosas?
- ¿Se están abriendo nuevas posibilidades, negocios?
- Tecnologías como las detalladas, ¿son herramientas que pueden servir para que alguien tome decisiones, mejore su rendimiento, haga una diferencia? ¿Quiénes y cómo?
- ¿Cómo darles sentido, traducirlas en productos y servicios que puedan brindar un valor agregado?
Lo único constante es el cambio.
Rockear las comunicaciones: episodios anteriores
Episodio 2: La sociedad del conocimiento: todo lo que tenés que saber para entenderla
Episodio 3: Cómo han ido cambiando los paradigmas de la comunicación
Episodio 4: Escuchar, una palabra clave en la comunicación: por qué es el centro de todo el circuito
Episodio 5: Cómo es la comunicación al poder en la democracia digital